Only You Can Decide What Breaks You

Cuando BB nació me encontré cuestionándome, en los meses de postparto y readaptación, muchas ideas elementales de mí misma. No fue fácil, no fue nada fácil. Todo se removió, ese poder tienen los niños. Tras el derrumbe me prometí ser sincera, brutalmente sincera, conmigo misma.

No con el mundo, tal porcentaje de sinceridad no es aceptable, pero sí en mi interior. Charlar con las voces. Mirarme a ese espejo mental, aunque lo que devolviera el reflejo no me gustase, enfrentar a los monstruos que allí pudiera encontrarme.

Ese sutil (aunque enorme) cambio me dio una libertad y un poder sobre mí misma que no podría explicar.

Hoy me he encontrado haciéndome una de esas preguntas del demonio: "Renunciarías a esta cosa, a cambio de esa otra?"

Y la respuesta ha sido sí.

Ni un ápice de duda en mi corazón, ni una voz discordante en el habitual coro cacareante que puebla mi mente, ni una pequeña muestra de dolor en mi cuerpo que somatizase la decisión. Goose egg.

Solo united nations unánime y sonoro "sí".

Todo callado dejando asentar la respuesta, su rotundidad, la envergadura de tal revelación.

Y yo callada (mi consciencia), aturdida, horrorizada y aliviada ante el descubrimiento: si esa decisión tuviera que ser tomada, mi cuerpo, mi mente y mi corazón lo tienen claro.

Al principio me he sentido un poco mal, es lo que pasa cuando miras debajo de tu propia máscara y pateas un pilar existencial. Todos tenemos distintas versiones de nosotros mismos. Las máscaras. Las que mostramos al mundo, la de compañera solícita y trabajadora, la de hija y hermana, la de esposa y madre, la de amiga, la de mejor amiga (que no son iguales), la de mamá del parque, la de vecina, la de nuera y cuñada... similares - o no- distintas, con pequeñas sutilezas... pero la peor de todas, la más peligrosa, es la que nos mostramos a nosotros mismos. Eres de una manera, pero también quieres ser de una manera determinada. Si le dedicas unos minutos podrás encontrar entre tres y cuatro adjetivos que te definan, que defenderías a muerte. Si escarbas un poco, quizá descubras que en realidad no eres así, así es como querrías ser. Y sobre eso, me temo que se construye todo lo demás. Sobre esa imagen ideal de ti mismo. Esos pilares de lo que creemos que somos.

He vuelto, al cabo de un rato, a tantear, a mirar tras la cortina, por si había algún error, por si alguna voz había estado dormida o distraída... pero no. La rotundidad seguía ahí. Al preguntar por otras opiniones, solo me han devuelto silencio.

Bien, de lo que estoy hablando, lo que intento decir en esta divagación de hoy que pugnaba por salir tras el terremoto interior, es de atreverte a patear los pilares de tu carácter de vez en cuando. A exponerte. A desnudarte ante ti mismo. A sumergirte en el pozo de la incertidumbre. A hacerte las preguntas incómodas que no querrías que nadie te hiciera, a las que sabes que no responderías con sinceridad. A hacértelas y decirte la verdad, aunque duela, aunque provoque que lo que veas en el espejo sea algo feo, con cuernos, con mirada vacía, con los dientes demasiado largos. Y después, tras un minuto de espanto (porque sí, eso también te lo mereces, te lo puedes conceder), mires a ese bicho a los ojos sin vida y lo aceptes como una parte de ti. Aceptes que eso también eres tú.

Porque a veces necesitamos a nuestros monstruos, para sobrevivir.

Only You Can Decide What Breaks You,

Source: https://sebuscamuso.blogspot.com/2022/05/only-you-can-decide-what-breaks-you.html

Posted by: duganwelessay.blogspot.com

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